viernes, 29 de julio de 2016

Iglesia y terrorismo

Cuando hablamos de Iglesia y terrorismo, generalmente, asociamos los latinoamericanos esa expresión a lo ocurrido En El Salvador con el beato Óscar Romero, arzobispo de San Salvador asesinado en 1980 y sobre el cual, San Juan Pablo II dijo en 1983, era un <<celoso Pastor a quien el amor de Dios y el servicio a los hermanos condujeron hasta la entrega misma de la vida».

Monseñor Romero, denunciaba en sus homilias dominicales las numerosas violaciones de los derechos humanos y siempre, tanto en publico como en privado, manifestó su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política salvadoreña, lo cual le costo ser asesinado en plena misa.

Colombia no ha sido ajena a esa violencia del terrorismo contra la Iglesia, las acciones de grupos con esa connotación, han llevado a que en medio de esta guerra hayan caído muchas personas inocentes y dentro de ellas sacerdotes y obispos, entre ellos, en 2002, Monseñor Isaías Duarte Cancino, Arzobispo de Cali, asesinado a la salida de una parroquia donde había celebrado un matrimonio múltiple y recordado por sus duras declaraciones en contra de los políticos financiados con dineros del narcotráfico y el terrorismo y, en octubre de 1989, el ELN había secuestrado y asesinado a Monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Obispo de Arauca, hombre abnegado y pastor sencillo y humilde, víctima de esa guerrilla colombiana.

No se puede dejar de lado, el que ya cumple un siglo la época de la violencia religiosa, tanto en México, como las persecuciones en la Guerra Civil Española hacia la Iglesia, por grupos anarquistas influenciados por el materialismo ateo y una mal entendida reivindicación de derechos.

Avanzando un siglo, encontramos ahora a Francia soportando atentados generales e indiscriminados y, ahora, en la misma sede de una Iglesia. Francia, con la conversión del rey Clodoveo I en el año 461, fue llamada "hija primogénita de la Iglesia" y los atentados contra ella, afectan a su madre misma, la Iglesia de Roma.

Con un 52% de católicos, Francia tiene 99 diócesis y mas de 16 mil parroquias y, en una de ellas, la de Saint-Etienne-du-Rouvray, cerca de Rouen, la capital de Normandía, por dos terroristas de ISIS, mientras lo filmaban, fue degollado el sacerdote de 84 años Jacques Hamel, a quien antes obligaron a arrodillarse, se ve la degradación de la violencia terrorista con cariz fundamentalista religioso islámico, pero a su vez el crecimiento de seguidores de Ala, pues en ese país se están construyendo en este momento mas de 150 mezquitas nuevas y, en Bélgica, su vecino y hermano reino, se ha formado en Bruselas -donde también hubo un sangriento atentado terrorista de ISIS-, el barrio de Molenbeek, con 22 mezquitas, donde se dice tenia su cuartel el terrorista Salah Abdeslam. España no se queda atrás, donde ya hoy en día el peligro mayor no es ETA, sino las numerosas células yihadistas que hasta autoproclaman la recuperación de Al-Andalus en su acción expansiva, bajo el patrocinio de Arabia Saudita y Qatar, cuyo emir, acusado muchas veces de financiar a los terroristas del Estado Islámico, visita a Colombia la ultima semana de julio de 2016, con el objetivo de iniciar relaciones diplomáticas y económicas con esta nación sudamericana, que por su situación geoestratégica puede ser la puerta de entrada para los seguidores de Mahoma y, aunque existe respeto a la libertad religiosa, podrían llegar integristas colonizadores en búsqueda de reclutas mártires del terrorismo. 

Angela Merkel reclamo hace tiempo volver a las raíces cristianas de Europa, aunque el flujo migratorio de musulmanes a Europa, muchos de ellos extremistas, que incluso, en los campos de refugiados, bajo el grito de "Ala es grande", amenazan a los cristianos con "te voy a cortar la cabeza". Incluso el este de Londres, Layton, se ha convertido en un nuevo califato, controlado por el Islamic Forum of Europe, IFE, organización extremista radical fundada por Jamaat-e-Islami Chowdhury Mueen-Uddin.

El Papa Francisco, ante los hechos ocurridos y, desde Polonia, en la inauguración de la Jornada Mundial de la Juventud - JMJ, ha condenado estas acciones terroristas y ha pedido rezar tanto por las víctimas como por los verdugos.

Por su parte, la Doctrina Social de la Iglesia condena el terrorismo como intrínsecamente malo y que no puede ser justificado bajo ningún resultado ni circunstancia; de hecho, se le considera una perversa "estructura de pecado", extension del mal a través del odio y miedo sistemático que siembra muerte, venganza y represalias, porque manifiesta un desprecio total por la vida humana.

Incluso, en el Catecismo de la Iglesia Católica, los puntos 2297 y 2298, los secuestros y la toma de rehenes, la violencia física o moral, las mutilaciones y amputaciones, las esterilizaciones y otras formas de ataques contra la integridad y la dignidad, hacen que impere el terror sin discriminacion en forma contraria a la ley moral y, en contra del deber de clemencia y misericordia, llenas de derramamiento de sangre y degradaciones que solo dejan a su paso dolor y desolación. 

Nos queda esperar que la lucha de la Iglesia contra el terrorismo, siga siendo atendida y sus esfuerzos por el dialogo ecuménico, interreligioso e intercultural, que particularmente se desprenden de la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II,  siga siendo lo que impere contra la cultura del rechazo, que en el caso de los musulmanes, siempre implica violencia y respuestas violentas por la incapacidad de reconocer a los otros como "hermanos en humanidad", hasta reducirlos, como al cura francés o a las monjas Misioneras de la Caridad sacrificadas en Yemen, en sujetos de burla o de muerte y en víctimas de la indiferencia.

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