lunes, 27 de junio de 2016

El Papa Francisco en el Cáucaso

El domingo 26 de junio culminó el décimo cuarto viaje internacional de Francisco, quien completa veintidós países recorridos durante su pontificado. Fueron cerca de 50 horas en Armenia,  la Tierra de Noé, el primer país cristiano, ya que en el monte Ararat, según explica la Biblia en el Génesis, llegó el arca de Noé luego del diluvio universal el décimo séptimo día del séptimo mes y a que es la tierra en la cual San Judas Tadeo y San Bartolomé, dos de los apóstoles, llegaron hace dos mil años para evangelizar ese territorio, aunque sin embargo, fue San Gregorio “El Iluminador” consolidó esa tarea al lograr la conversión del rey Tiridates III en 301, fecha anterior a la declaratoria del cristianismo como religión oficial del imperio romano, que fue en el 380 con el emperador Teodosio.

En Tereván, la capital de Armenia, éste país del Cáucaso donde el 90% de la población son cristianos apostólicos y el 10% son cristianos católicos, la emoción embargó a esta nación, una de las civilizaciones más antiguas del mundo, la cual ha sobrevivido a numerosas persecuciones, masacres y guerras, de las cuales ha quedado aún vigente su lengua y un profundo arraigo cristiano y conserva un patrimonio admirable de espiritualidad y de cultura, como lo señaló Francisco hace un año en la visita que el Catholicos armenio y veinte de sus obispos le hicieran hace un año en Roma, momento en el cual los invitó a cultivar siempre un sentimiento de gratitud al Señor, por haber sido capaces de mantenerse fieles a Él, incluso en los momentos más difíciles. Y agregó: También es importante pedir a Dios el don de la sabiduría del corazón: la conmemoración de las víctimas de hace cien años, nos pone, de hecho, ante las tinieblas del “mysterium iniquitatis”. Así, Francisco fue el primer papa en denunciar verbalmente que lo del pueblo armenio fue un "genocidio", al expresar en esa reunión: "Es necesario recordarlos, es más, es obligado recordarlos, porque donde se pierde la memoria quiere decir que el mal mantiene aún la herida abierta. Esconder o negar el mal es como dejar que una herida siga sangrando sin curarla" y volvió a decir, de hecho, que hoy vivimos "un tiempo de guerra, una tercera guerra mundial en pedazos".

Los acontecimientos de 1915 a 1917 en esa nación, se conocen como el “genocidio armenio”, que consistió en el asesinato de cerca de un millón y medio de armenios cristianos, muchos de los cuales murieron durante el destierro al que fueron empujados por los gobernantes turcos, aunque se utilizó en este periplo pontificio la expresión “Metz Yeghern”, que sin embargo tiene un significado más amplio, porque significa “el gran desarraigo de sangre de la población”, ya que recuerda la tragedia de 1915, año en el cual  en Castel Gandolfo fueron acogidos los armenios perseguidos por el Papa Benedicto XV, conocido también como “El Papa de la Primera Guerra Mundial” y recordado porque quiso poner cordura entre los combatientes e hizo numerosos llamamientos a la paz, incluidos también en su primera encíclica, "Ad beatissimi Apostolorum”. Aunque también se le recuerda porque fue uno de los artífices de la llamada tregua de Navidad, entre alemanes y británicos en el frente durante la noche de Navidad de 1914.

El Supremo Patriarca y Catholicos Karekin II, primado de la iglesia apostólica armenia, ya estuvo presente en Roma durante la elección del Santo Padre en marzo de 2013 y Francisco también deseaba devolverle la visita para homenajear al millón y medio de víctimas.

Cabe indicar además, que en comunión con Roma, existe un patriarcado oriental de Armenia, con sede en Beirut, el cual, desde el 24 de julio de 2015 está a cargo del  patriarca (Catholicós) de Cilicia y primado de la Iglesia católica armenia Gregorio Pedro XX Ghabroyan, nombrado por el Santo Sínodo de los Obispos de la Iglesia Católica Armenia, lo cual fue refrendado por el papa Francisco un día después.

Armenia comparte frontera al oeste con Turquía,  al sur con Irán y la República Autónoma de Najicheván de Azerbaiyán, y al norte con Georgia, al este con Azerbaiyán, dos  últimas naciones que Francisco visitará en septiembre, según se anunció.


Alemania y el Parlamento Europeo ya reconocieron la existencia del genocidio y oficialmente utilizan esa palabra para referirse a la masacre de 1915, lo mismo que Argentina en nuestro continente, aunque Uruguay fue el primer país del mundo que reconoció el genocidio armenio en 1965; sin embargo, otra de las trabas para el ingreso de Turquía en la Unión Europea, está en no reconocer las faltas heredadas del imperio otomano; aún les queda mucho por hacer.

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