Gran
expectativa ha causado la noticia acerca del viaje de Francisco a Colombia, en 2017, circunstancia que requiere una gran preparación logística, pero particularmente
en los corazones de católicos, cristianos, agnósticos, ateos y miembros de
respetables confesiones religiosas a quienes el Pontífice les ha hecho una
llamada para creer en el amor en su primer video viral y, más exactamente este
2016 con ocasión del año de la misericordia..
Pablo
VI ejerció su pontificado de 1963 a 1978 y fue el primer Papa en realizar
viajes pastorales al extranjero; el primero de ellos a nuestro país y, luego a
Estados Unidos, Tierra Santa, Suiza, India, Filipinas, Portugal, Uganda y
Turquía .
Previo
a su llegada, el primer Papa viajero explicó precisamente que los viajes del Papa
quieren decir que los caminos del mundo están abiertos a su ministerio, son
índice de una mayor circulación de caridad y ponen en evidencia la unidad y la
catolicidad de la Iglesia. Igualmente, el sucesor de Pedro expresó que “con el
viaje a Bogotá deseamos testimoniar en forma inequívoca la fe de toda la
Iglesia en la triple virtud santificadora de la Eucaristía: memorial de la
Pasión Redentora, prodigio real de la presencia sacramental de Cristo, promesa
de su venida final”.
Y
agregó: “en América Latina la fe está despertando una gran caridad social y
esperamos una creciente justicia civil y mayor prosperidad cristiana”.
El
Beato Pablo VI realizó su primer viaje a América, visitando únicamente Bogotá
del jueves 22 al sábado 24 de agosto de 1968. El programa general de la visita
del Vicario de Cristo, incluyó una ceremonia de ordenación sacerdotal, visita
al Presidente de la República y a los campesinos de Mosquera, una Misa para la
gran concentración de trabajadores, empresarios y universitarios en el Campo
Eucarístico, luego el encuentro con el Cuerpo Diplomático y las autoridades
extranjeras de visita en Colombia con ocasión del Congreso eucarístico, otra
Misa el sábado, la inauguración de la II Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano y la bendición de la sede del CELAM, antes de salir para Roma.
En
1986, San Juan Pablo II, quien entonces tenía 66 años, había sustituido a Pablo
VI en el apodo de <<Papa viajero>>, pues en sus primeros ocho años
de pontificado ya había realizado 104 viajes, aunque poco después se le llamara
también <<el atleta de dios>>. Llegó a Colombia el 1 de julio de
1986, en un viaje que duró siete días y le permitió visitar diez ciudades:
Bogotá, Chiquinquirá, , Cali, Tumaco, Popayán, Pereira, Chinchiná, Rionegro,
Medellín, Armero, la base de Palanquero en Puerto Salgar, Bucaramanga,
Cartagena y Barranquilla. Al
bajarse del avión en El Dorado, Juan Pablo II besó el suelo y dijo: “¡Alabado
sea Jesucristo!”, lo cual le permitió recorrer 2842 kilómetros de nuestro país.
En Cartagena, ante la tumba de san Pedro Claver, condenó la
actitud complaciente con el narcotráfico y a su vez, comparó las drogas con una
nueva forma de esclavitud que impide a sus víctimas el ejercicio de la libertad
Desde Medellín,
el 5 de julio de ese año, el Papa hizo un llamado a la paz en el país; ahora,
Francisco, que tanto ha insistido en ella, estará en Colombia. El pasado 25 de
diciembre, el Papa Francisco en la bendición para la Ciudad y el Mundo, Urbi et
Orbi, pidió que la alegría de esa fecha iluminase a los colombianos para
obtener la anhelada paz. Luego, en el discurso a los diplomáticos acreditados
ante la Santa Sede volvió a reiterar esa inquietud, que finalmente, le
permitirá expresarla en vivo y en directo a las personas que tengan la oportunidad
de verlo personalmente o por distintos medios en la visita que se ha
programado, para lo cual el sábado 24 de enero se acordó una agenda y fecha
exacta.
Cabe
recordar que, la <<primera piedra>> de nuestro Templete Eucarístico
de Bogotá, había sido previamente bendecida en Roma el 12 de abril de 1966 y
corresponde a una piedra “arrancada”, como dijo Pablo VI, de la Basílica de san
Pedro y “lleva en sí misma olor de cercanía a la tumba del primer apóstol”;
ahora, el sucesor 274 de san Pedro, Francisco, estará, poco o mucho, comparado
con las dos visitas pontificias anteriores, pero, cada vez más cerca con su
presencia mediática en las redes sociales, su prestigio como líder mundial y su
paternal figura que ha transformado el corazón de todos.
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