miércoles, 10 de diciembre de 2014

El presidente de la Paz


Pasó casi inadvertido el aniversario 105 del natalicio del Presidente Guillermo León Valencia, tal vez porque la prensa hoy en día la tiene acaparada su nieta, para quien no su abuelo, pero sí su jefe ha sido el mejor Presidente de Colombia,

En el segundo encuentro electoral del Frente Nacional, se enfrentaron los candidatos Jorge Leyva, quien recibió 308992 votos; Alfonso López Michelsen, con el respaldo de 624863 electores de su Movimiento Revolucionario Liberal (MRL); Gustavo Rojas Pinilla, quien obtuvo 54557 votos y resultando triunfador Guillermo León Valencia Muñoz con 1636081 votos.

Valencia nació en Popayán el 27 de abril de 1909, hijo del maestro Guillermo Valencia y de doña Josefina Muñoz; dirigió el semanario <<Claridad>>, fundado por su padre. Fue Representante a la Cámara, Senador de la República, Presidente de la República y posteriormente Embajador. Falleció en Nueva York el 4 de noviembre de 1971. Estuvo casado con doña Susana López y fue con ella padre de cuatro hijos.

Por su gestión para combatir las secuelas de la violencia, se le conoció cono el “Presidente de la Paz”, no obstante su salida en algún momento, al decir: “A los bandoleros los entregaré en las cárceles o en los cementerio”. Y, es que sobre el diálogo con los subversivos, le contestó alguna vez a los líderes gremiales: “El diálogo existe mediante una diligencia judicial que se llama indagatoria, en la cual el representante del Estado es el juez”.

En materia de reformas constitucionales, al Presidente Valencia, únicamente le correspondería sancionar el Acto Legislativo # 1 del 28 de diciembre de 1963, a través del cual se autorizaba erigir en Departamento a la Intendencia de la Guajira.

Muchas son las anécdotas acerca del presidente Valencia, unidos a su agilidad de pensamiento, elocuencia y manejo sutil del idioma; por ejemplo, este payanés integral “pagó un alto precio por su estilo polémico, que se crecía ante las magulladuras. Frente a una terrible rechifla por parte de la Anapo, siendo Presidente de la República, después de votar en las elecciones de mitaca de 1964, le contestó al gorila que le preguntaba cómo se sentía ante la tremenda reacción de la gente: <<Muy complacido, porque me doy cuenta de que, ya, el pueblo colombiano puede rechiflar>>”, tal como lo recuerda Carlos Lemos Simmonds en el Prólogo al libro de Juan Carlos Iragorri y Julián Mosquera.


Ahora que aún sigue la polémica por la utilización de la Plaza de Toros <<La Santamaría>>, bien valdría la pena recordar que el 4 de octubre de 1969, Valencia pronunció en el aula máxima de la Universidad de Salamanca su discurso “El toreo y la política”, tan indispensable para capotear estos tiempos.

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