viernes, 23 de mayo de 2014

Olano en la prensa

Nobleza agrícola


Recientemente canonizado, Juan XXIII era conocido como el <<Papa Bueno>>; el mismo Francisco lo calificó como “el santo de la docilidad al Espíritu Santo”. Revisando algunos aspectos de su vida, siendo el cuarto de los catorce hijos de una familia de campesinos italianos, no puedo dejar de lado ese noble origen del nuevo Santo, menos cuando los problemas del agro colombiano han hecho que sin control ni medida se abuse de los demás ciudadanos: estudiantes, profesionales, pequeños comerciantes, etc., que en municipios de distintas categorías (las categorías que el D.N.P. fija anualmente), se vean obligados a pasar dificultades y muchas veces a no poder conseguir siquiera lo necesario para darle a sus pequeños hijos como ocurrió en agosto en Villa de Leyva.

Juan XXIII estaba convencido de que los protagonistas del desarrollo económico, del progreso social y de la elevación cultural de los ambientes agrícola-rurales, deberían ser los mismos interesados y añadía: “Ellos pueden fácilmente comprobar cuán noble es su trabajo: sea porque lo viven en el templo majestuoso de la creación; sea porque lo ejercen a menudo en la vida de las plantas y de los animales, vida inagotable en sus expresiones, inflexible en sus leyes, rica en recuerdos de Dios Creador y Próvido; sea porque produce la variedad de los alimentos de que se nutre la familia humana, y proporciona un número siempre mayor de materias primas a la industria”.

El trabajo del campo representa la dignidad de un oficio que se distingue precisamente porque conjuga una serie de actividades que son fuente de las distintas profesiones. Un campesino es un meteorólogo, sabe cuándo cultivar y cosechar; es un químico, sabe qué abonos aplicar y en qué momento; es un financista, sabe cuánto le cuesta su empresa; es un biólogo, sabe qué plagas atacan sus cultivos. Pero también, como san Juan XXIII lo decía, es una persona que ejerce un trabajo que exige “capacidad de orientación y de adaptación, paciencia en la espera, sentido de responsabilidad, espíritu perseverante y emprendedor”.

En el  sector agrícola, como en cualquier otro sector productivo, la asociación es una exigencia vital, que los debe hacerse sentir solidarios en la fraternidad cuando la nación y sus conciudadanos se encuentran en dificultades. El nuevo Santo agregaba: “Los trabajadores de la tierra, empeñados en mejorar y elevar el mundo agrícola-rural, pueden legítimamente pedir que su trabajo sea sostenido e integrado por los poderes públicos, con tal que ellos también se muestren y sean sensibles a las llamadas del bien común y contribuyan a su realización”.


De nada sirve manifestarse si  se atacan los bienes y los derechos fundamentales de las demás personas.

Diccionario de Derechos Humanos

DICCIONARIO DE DERECHOS HUMANOS, PUBLICACIÓN EN COAUTORÍA.

El pasado lunes 12 de mayo se lanzó, simultáneamente en Roma, Perugia y México, el Diccionario Analítico de Derechos Humanos e Integración Jurídica, coordinado por los profesores Roberto Cippitani y Mario Álvarez Ledesma, de la Universitá degli Studi de Pavía (Italia) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey — ITESM — (México), respectivamente, en el que participó el doctor Hernán Olano, director del Programa Común de Humanidades y director de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, quien fue invitado como uno de los 64 coautores y participa con las voces: Asilo, Extradición, Jurisprudencia, Secreto Profesional y Sufragio
Esta publicación, que contó con el asocio del Istituto pergli Studi Economici e Giuridici - “Gioacchino Scaduto” , posee 740 páginas y está identificado con el ISBN 978-88-95448-40-4. El libro forma parte del proyecto de investigación, que con el apoyo de la Unión Europea, Lifelong Learning Programme y The European Knowledge Legal Area de la Cátedra Jean Monnet : , se encuentra dentro del International Rights and Regional Integration —I. R. & R. I.—